Antes de empezar a elaborar cerveza en casa por primera vez necesitamos tener en cuenta algunas cosas básicas, que si no prevemos con antelación, pueden dar al traste con nuestros sueños de fabricar nuestra propia cerveza.
Es decir, vale, nos hemos empapado de teoría, hemos visto varios videos, leído mil libros... ¿Pero nos hemos parado a pensar EXÁCTAMENTE qué queremos a hacer? Porque no es lo mismo hacer cerveza partiendo de un kit de extractos prediseñado, que crear de la nada una receta todo grano... Y no solo me refiero al proceso de elaboración, ya que el equipo necesario para cada tipo de elaboración variará sustancialmente.
En segundo lugar, ¿qué requisitos logísticos tenemos en función a nuestro proyecto?
Aquí tendremos que planificar no solo el equipo y materias primas que necesitaremos para elaborar, trasegar, fermentar y embotellar nuestra cerveza, sino también el equipamiento “doméstico” que tendremos que utilizar, el espacio físico que tendremos que ocupar, los requisitos que tendrán que tener para asegurar el éxito de nuestro proyecto y, sobre todo, el tiempo que lo podemos mantener ocupado.
En una serie de tres entradas expondremos con detalle las tres cuestiones, para ayudar a todos aquellos que quieran iniciarse.
Empezaremos por definir como planificar bien nuestro primer proyecto cervecero, y por simplicidad, yo recomiendo empezar preparando una cerveza a base de un kit de extractos. He elegido empezar por aquí por dos razones fundamentales; el equipo necesario es el mínimo imprescindible, común a todos los tipos y estilos de elaboración, y el proceso es rápido y relativamente poco exigente para obtener un producto de calidad y disfrutabilidad contrastable. Pero que no se diga que impongo mi criterio: os explicaré las ventajas e inconvenientes de cada proceso de elaboración.
La elaboración a partir de un kit es sencilla, ya que solo hay que calentar el agua necesaria, añadir el contenido del kit, añadir la levadura, fermentar y embotellar. Parece fácil, y lo es. Si tenemos suficiente cuidado en todos los pasos, los resultados están casi garantizados. Como ya comenté, el equipamiento es mínimo, y común a todos los estilos de elaboración.
El inconveniente es lo limitado de las recetas disponibles en formato kit (en la tienda tenemos 20 distintas).
Si decidimos elaborar a base de extractos, tendremos dos opciones:
Comprar los extractos, adjuntos, lúpulos y levadura por separado.
Utilizar un kit como base y añadir adjuntos y lúpulos. La levadura podría ser opcional si partimos de un kit de calidad.
En ambos casos necesitaremos partir de una receta, que podemos haber elaborado nosotros o utilizar una de las muchas que corren por internet, o en los diversos libros sobre elaboración que hay en el mercado. El uso de extractos nos proporciona la flexibilidad para hacer casi cualquier receta sin tenernos que complicar la vida con los distintos pasos del macerado y lavado de la elaboración a base de grano.
La desventaja principal frente a la elaboración de un kit, es que necesitaremos una olla lo bastante grande como para contener el 60-70% de nuestro mosto, ya que deberemos hervir el extracto, los adjuntos y el lúpulo. Normalmente si hacemos tiradas cortas de menos de 15 litros, con una olla grande de 8 o 9 litros tendríamos suficiente. Para tiradas mayores deberíamos sopesar el comprar una olla exclusivamente para elaboración (y pensando en el futuro, por si queremos pasarnos al todo grano, yo la compraría ya con grifo y de unos 24 o 30 litros). Un sistema de enfriado para rebajar la temperatura del mosto sería aconsejable también, ya que cuanto menos tiempo pase el mosto por encima de 25º C, menos posibilidades de contaminación con levaduras salvajes o bacterias.
Si nos vamos a embarcar en la aventura de la elaboración a base de grano, necesitaremos adquirir el grano necesario, los adjuntos, lúpulos y levaduras. No es demasiado frecuente, pero también se pueden encontrar recetas pre dosificadas en forma de kit, que lo incluyen todo en las proporciones justas para realizar la receta (nosotros tenemos tres diferentes en la tienda). De lo contrario deberemos tener bien presente la receta que queremos elaborar antes de comprar las materias primas.
Además del equipo básico que necesitaremos para elaborar cerveza a base de extractos, tenemos varios elementos de equipo imprescindibles cuya compra tendremos que sopesar.
Necesitamos una olla con capacidad para el 120% de nuestra producción (hay que dejar espacio para que hierva). Generalmente se trata de ollas de gran tamaño, con grifo a ser posible, que pueden disponer de un elemento calefactable propio. Si no adquirimos una olla calefactada, necesitaremos una fuente de calor de tamaño suficiente, ya que normalmente sus dimensiones las hacen difíciles de utilizar en un fogón de cocina normal.
Además necesitaremos un recipiente para el macerado y (o, ya que se puede macerar en la olla si controlamos bien la temperatura) el lavado del grano, y el sistema de enfriado, para bajar la temperatura del mosto cuanto antes, deja de ser una recomendación para convertirse en un imperativo.
La principal ventaja de la elaboración a base de grano es su flexibilidad, ya que tenemos control absoluto sobre la receta a partir de sus ingredientes. El principal inconveniente es la complejidad del proceso, y que al tener más pasos, hay más posibilidades y ocasiones para cometer errores.
En la próxima entrada veremos qué equipo necesitamos para elaborar cerveza a partir de un kit, y veremos qué necesitaremos comprar y qué podemos utilizar de los enseres comunes que tenemos por casa habitualmente.
Salus et Birras...
By Mikel...
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