Odio el verano.
No, en serio: lo odio...
Calor sin mesura, ferias cerveceras por toda la geografía nacional, chicas guapas ligeras de ropa paseando por las calles, las playas abarrotadas...
Y yo en la tienda.
Porque soygilipollas autónomo...
Empecemos por el principio: no me sale a cuenta cerrar la tienda. Porque no puedo disfrutar de unas vacaciones. Mi mujer trabaja en hostelería, y las vacaciones se las reparten a lo largo de todo el año. Y claro, como trabaja en una zona turística y en verano sube la faena, y casi toda la plantilla pide vacaciones en estas fechas, ella prefiere reservárselas para que las suyas coincidan con las fechas en que la necesitaré de forma casi obligatoria en la tienda: para la feria principal a la que asistimos, que coincide con las fiestas de invierno de Sant Boi por excelencia y el puente de la Constitución.
Y para estar en casa pasando calor, mano sobre mano, me vengo a la tienda que al menos tengo aire acondicionado... Porque en verano nadie me va a perdonar ninguno de los gastos fijos mensuales...
Y ya se sabe...
No voy a ferias porque se hacen en sábado, y en la tienda abrimos. Y claro, cerrar para ir a una feria supone gastar pasta, y seguir abiertos, significa tener la posibilidad de ganar algo.
Las chicas guapas ligeras de ropa pasan por delante de la tienda para coger el bus que va a la playa, alegrando la vista de estos mis cansados y viejos ojos (aunque no acabo de decidirme sobre si eso es malo o bueno).
El consumo de cerveza se trastorna y se vuelve errático e impredecible. Sobre todo porque hay estilos que, sencillamente, no apetecen con tanta caló... Aunquemandan huevos sean mis favoritos.
Florecen los estilos rarunos de verdad de cerveza (saisons, farmhouse, session...) que conocen en su casa y que les gustan a tres y medio.
La gente se va de vacaciones... ¡Incluidos mis clientes! ¡¡Y lo que es peor!! ¡¡¡Los colegas también se van de vacaciones!!!
Los días se alargan, por lo que te despiertas antes por las mañanas, por las noches llegas a casa con el sol todavía bien alto y con la sensación de que no deberías haber cerrado, que todavía hay luz, que todavía puede venir alguien a comprar...
Y lo peor de todo:
Por eso, amigos míos, odio el verano y a la madre que lo parió.Y no me corto en decirlo bien alto y bien claro. Que se sepa...
Más que nada porque todo el mundo disfruta de él menos losgilipollas que como yo no pueden... Que al fin y al cabo solo somos cuatro y el cabo.
Eso sí, el año que viene, me lío la manta a la cabeza y me pillo dos semanas de vacaciones...
Pero no esperéis verme por las playas, tostando mislorzas carnes al sol y disfrutando de las vistas...
Pienso irme a Finlandia... O Suecia... O Noruega... O Groenlandia... O Alaska... O la Antártida...
A un sitio frío. Con nieve. Con osos, pingüinos, focas, caribues, renos, lobos o lo que sea que salga a pasear con el frío y la nieve.
Aunque no haya chicas guapas ligeras de ropa paseando por las calles.
Pero al menos no pasaré calor estando mano sobre mano, y me apetecerá beber las cervezas de aquellos estilos que más me gustan, que solo por casualidad son los másmejores contundentes.
Y lo mejor de todo:
Salus et Birras...
By Mikel...
P.S.: Esta entrada supone mi participación en la campaña/concurso Mi Beerano Cervecero promovida por Pau del blog Lupuloadicto
No, en serio: lo odio...
Calor sin mesura, ferias cerveceras por toda la geografía nacional, chicas guapas ligeras de ropa paseando por las calles, las playas abarrotadas...
Y yo en la tienda.
Porque soy
Razones para odiar el verano
Empecemos por el principio: no me sale a cuenta cerrar la tienda. Porque no puedo disfrutar de unas vacaciones. Mi mujer trabaja en hostelería, y las vacaciones se las reparten a lo largo de todo el año. Y claro, como trabaja en una zona turística y en verano sube la faena, y casi toda la plantilla pide vacaciones en estas fechas, ella prefiere reservárselas para que las suyas coincidan con las fechas en que la necesitaré de forma casi obligatoria en la tienda: para la feria principal a la que asistimos, que coincide con las fiestas de invierno de Sant Boi por excelencia y el puente de la Constitución.
Y para estar en casa pasando calor, mano sobre mano, me vengo a la tienda que al menos tengo aire acondicionado... Porque en verano nadie me va a perdonar ninguno de los gastos fijos mensuales...
Y ya se sabe...
No voy a ferias porque se hacen en sábado, y en la tienda abrimos. Y claro, cerrar para ir a una feria supone gastar pasta, y seguir abiertos, significa tener la posibilidad de ganar algo.
Las chicas guapas ligeras de ropa pasan por delante de la tienda para coger el bus que va a la playa, alegrando la vista de estos mis cansados y viejos ojos (aunque no acabo de decidirme sobre si eso es malo o bueno).
El consumo de cerveza se trastorna y se vuelve errático e impredecible. Sobre todo porque hay estilos que, sencillamente, no apetecen con tanta caló... Aunque
Florecen los estilos rarunos de verdad de cerveza (saisons, farmhouse, session...) que conocen en su casa y que les gustan a tres y medio.
La gente se va de vacaciones... ¡Incluidos mis clientes! ¡¡Y lo que es peor!! ¡¡¡Los colegas también se van de vacaciones!!!
Los días se alargan, por lo que te despiertas antes por las mañanas, por las noches llegas a casa con el sol todavía bien alto y con la sensación de que no deberías haber cerrado, que todavía hay luz, que todavía puede venir alguien a comprar...
Y lo peor de todo:
¡¡¡¡HACE DEMASIADO CALOR PARA HACER CERVEZA!!!!
Por eso, amigos míos, odio el verano y a la madre que lo parió.Y no me corto en decirlo bien alto y bien claro. Que se sepa...
Más que nada porque todo el mundo disfruta de él menos los
Eso sí, el año que viene, me lío la manta a la cabeza y me pillo dos semanas de vacaciones...
Pero no esperéis verme por las playas, tostando mis
Pienso irme a Finlandia... O Suecia... O Noruega... O Groenlandia... O Alaska... O la Antártida...
A un sitio frío. Con nieve. Con osos, pingüinos, focas, caribues, renos, lobos o lo que sea que salga a pasear con el frío y la nieve.
Aunque no haya chicas guapas ligeras de ropa paseando por las calles.
Pero al menos no pasaré calor estando mano sobre mano, y me apetecerá beber las cervezas de aquellos estilos que más me gustan, que solo por casualidad son los más
Y lo mejor de todo:
¡Podré seguir haciendo cerveza!
Salus et Birras...
By Mikel...
P.S.: Esta entrada supone mi participación en la campaña/concurso Mi Beerano Cervecero promovida por Pau del blog Lupuloadicto
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