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Este es el blog de L'Art en Birra, una tienda de cerveza artesana, materiales y equipo para elaboración casera.
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sábado, 21 de febrero de 2015

La Ronda #30:De Ferias y Festivales Cerveceros

Ya expliqué en una ocasión cual era mi postura frente a las Ferias cerveceras. En esta ocasión La Ronda versa sobre este tema en concreto, así que volveremos a darle otra vueltecita a la rueda, y nos explayaremos una mieja más en el tema, intentando repetirnos lo menos posible, dejar los conceptos lo más claros posible y procurando no sonar demasiado pedantes, gracias...

La Cerveza Artesana está de moda, y cualquier organizador de eventos quiere mamar de su teta. Y esto es un hecho, refrendado por la cantidad ingente de ferias comerciales o populares en las que se incluye, muchas veces con calzador, un apartado dedicado al dorado y lupulizado nectar.

Sin embargo, el modelo de la Feria Especializada incrustado en una feria generalista se ha demostrado en varias ocasiones erróneo.

Como tienda, hemos participado en una Feria de la Cerveza Artesana celebrada dentro del marco  de una feria generalista. Y no fue mal. ¡Oh, sí, hubo cositas que a día de hoy yo personalmente haría de otra forma, incluso a nivel organizativo. Pero no fue mal. Se cumplieron dos objetivos muy importantes: dar a conocer el producto, la marca y la tienda, y no palmar pasta en el intento.

Esa era MI intención como tienda... Y creo que esa debería ser la intención de todos los participantes en una feria...


Promoción versus Negocio


A día de hoy parecería absurdo pensar que algún elaborador vea en una feria una ocasión de hacer negocio directo. Y sin embargo sigue habiendo cerveceros que piensan que en las ferias han de vender mucho, y que si no, no merece la pena ir...

Porque una feria, independientemente del modelo organizativo, debería ser tan solo una herramienta de marketing.

Lo importante, y creo que cada vez más elaboradores lo entiende, es que el público pueda acceder a sus cervezas y recibir un feedback directo para saber como funcionan las recetas a pie de calle. Así pues, la feria ha de funcionar como barómetro para compulsar las necesidades de elaboración que va a tener en los próximos meses (las cervezas que obtienen mejores críticas en las ferias suelen vender mucho más en fechas posteriores), como campo de experimentación de nuevas recetas o como indicador de como pueden funcionar los productos en el mercado a posteriori.

De ese modo, dependiendo del marco en que se desarrolle la feria, el cervecero puede contrastar la aceptación que obtienen sus productos entre un público especializado o sobre un público generalista, y adaptar las recetas en función del nicho de mercado al que quiera llegar en un futuro.

Para eso, es necesario que los organizadores entiendan precisamente eso: que el esfuerzo económico que deba realizar el elaborador sea lo bastante bajo como para que no necesite, por cojones, hacer una venta importante para rentabilizar el evento. Pero claro, los propios organizadores necesitan cuidar de su negocio también, y obtener un beneficio, que para eso sonlos que se lo curran para organizarlo todo, hacer la promociónb, pedir lospermisos y que todo esté listo y preparado cuando lleguen a montar los cerveceros. Y en ocasiones buscan justificar ese beneficio ofreciendo servicios adicionales que encarecen todavía más lo que han de pagar los participantes en la feria...

Porque, ¿necesitamos un vaso conmemorativo para cada feria que se organiza? Ya que, por baratos que estos salgan, siempre van a suponer un sobre coste importante... Al igual que cualquier dossier, librito o gadget que se incluya...

Este tipo de parafernalia, que encarece la participación en el evento, tiene su sentido en marco de una feria temática o especializada, ya que se entiende que el asistente medio va a ser un conocedor y consumidor habitual de cerveza artesana. Pero en una feria orientada a otro público distinto, en la que colamos como quien no quiere la cosa una zona dedicada a la cerveza artesana, la verdad es que en muchos casos puede suponer la diferencia entre el mosqueo o el cabreo absoluto entre los productores, sobre todo si la parte comercial no funciona como esperaban...

Y es que esperan obtener beneficios. No solo cubrir gastos, sino obtener beneficios.

Y creo, a nivel estrictamente personal, que esa actitud debería reorientarse hacia otros derroteros.


¿Una Feria Profesional?


A día de hoy, lo más parecido a una feria profesional que conozco es el Barcelona Beer Festival. Un evento en que los cerveceros no participan directamente, en el que hay charlas temáticas, talleres, y en la que el público tiene la oportunidad de charlar con algunos de los elaboradores en una zona habilitada a tal efecto. Contrasta con otras ferias más multitudinarias como Birrasana o Mediona, a las que habitualmente solo asisten elaboradores nacionales (con contadas excepciones), porque los participantes son tanto elaboradores como distribuidores, que proporcionan cervezas provenientes de fuera de nuestras fronteras.

Y creo que ese modelo de feria es el que debería proliferar; una feria en la que el cervecero participa de forma marginal y que asume como una oportunidad de dar a conocer su producto a un máximo de personas, sin obtener beneficio directo.

Una feria de este tipo sirve como punto encuentro entre profesionales de distintos sectores, como la elaboración, distribución, venta al detalle, restauración...

Sí, vale. Casi todos los profesionales vamos a todas las ferias que podemos y miramos de contactar con los elaboradores, les preguntamos por sus distribuidores, etc. Pero el marco es bien distinto; somos una cara más, que a veces podemos dejar una tarjeta (que en el follón de la feria podría muy bien perderse o traspapelarse), y con quien después se debe contactar a posteriori para hablar con tranquilidad.

Si me preguntáis a mi, el sector de la feria cervecera debería evolucionar hacia este modelo precisamente, tal vez complicándolo un poco más, con más actividades dedicadas a la promoción indirecta (charlas, talleres), con mucha más actividad dirigida hacia los profesionales del sector, e intentando acceder a aquellos segmentos que pueden hacer más por la difusión de la cerveza artesana, mirando un poco menos por la promoción directa de los productos y sobre todo olvidando la idea de que las ferias son para ganar dinero.


¿El fin de un modelo establecido?


Evidentemente no estoy abogando por destruir el actual modelo de feria, ya que muchas de ellas se encuentran ampliamente establecidas y son cita de peregrinaje actual de miles de aficionados a la cerveza artesana.

Pero el problema es que cada vez se están celebrando más eventos que copian este modelo, a mi parecer algo caduco ya, de mercadillo de la cerveza artesana. Sobre todo cuando se incluyen dentro de ferias de mayor calado, no orientadas a un público especializado. Y los más perjudicados, paradojicamente, por la proliferación desmedida de este modelo de feria, son los mismos cerveceros, que en ocasiones se ven obligados a discriminar entre varias que se celebran el mismo día en distintas poblaciones, sin tener indicadores de cual va a ser la elección correcta, ya que se trata de primeras ediciones... Y posiblemente de últimas, si la compensación económica que acaban obteniendo por su tiempo y esfuerzo no llega a cubrir un mínimo de los gastos y a ofrecer un margen de beneficio relevante.


Mi Feria Ideal


Mi modelo de Feria de la Cerveza Artesana Ideal (entiendo que haya quien pueda discrepar conmigo) sería un evento celebrado en un pabellón cerrado, con tres zonas claramente diferenciadas: una zona abierta de cata, donde poder tomar contacto con las últimas novedades de los fabricantes, una para el público aficionado destinada a talleres, charlas y encuentros con los productores, y otra para asistentes profesionales, donde productores, distribuidores y demás gente afín a la cadena (tenderos, restauradores, blogueros, periodistas) pudiese, al mismo tiempo, disfrutar de charlas y talleres más específicos, dedicados a optimizar la explotación de este negocio que es la cerveza artesana...

Pero que nadie nos toque nuestras ferias favoritas, como Mediona, Birrasana y similares, con 1mplia solera y recorrido y con muchísima afluencia de público especializado, gracias...

Si es que puestos a pedir...

Salus et Birras...

By Mikel...

jueves, 12 de febrero de 2015

Marketing de Guerrilla: Cuando no es oro todo lo que reluce o el peligro de los absolutismos

Hace algunas semanas asaltó esta nuestra pequeña comunidad de aficionados a la cerveza artesana una curiosa noticia: la Mejor Cerveza Artesana de España existía... Y nada más y nada menos que una Pilsen (no mencionaré el nombre de la cerveza ni la marca, porque paso de colaborar en su campaña de marketing de guerrilla, pero será muy fácil identificarla con las pistas y los enlaces que proporcionaré, aun en el supuesto de que todavía no sepáis de cual se trata) a la que me referirá a partir de ahora como Cuestionada Pilsen.

En seguida saltó la polémica, que si como era posible, que si fulanito la había probado y opinaba X, que si como se atrevían, que si era una opinión parcial o influenciada... En fin, lo que cualquiera que conozca el cotarro se hubiese podido imaginar.

Yo decidí ir un poco más allá, e intenté contactar con la entidad que había otorgado el galardón, interesarme por la convocatoria, el número de participantes, los criterios de participación y valoración, el currículo de los jueces, etc. Entiendo que tal vez el correo electrónico, un medio de comunicación que no todo el mundo domina a día de hoy, pudiere no ser el más adecuado para esta solicitud, y menos enviando el correo desde una cuenta corporativa (con nombre de dominio registrado y acabado en .com), con membrete de la tienda e informando de que la información la solicitaba para realizar una entrada informada para este blog. Tal vez hubiese sido mejor enviar un telegrama, una carta o llamar por teléfono.

Porque como algunos podréis suponer por el resgustillo ácido de mis palabras, la única respuesta que obtuve fue el silencio absoluto. Ni siquiera un acuse de recibo del mensaje. Ni de lectura. O al menos un lo sentimos, pero esa información no está disponible.

Pues oye, lo siento, pero paso de arcaísmos, atavismos y procedimientos de hace dos siglos.

Asumiré que el silencio es intencionado y plasmaré mis propias conclusiones, argumentándolas para que no queden dudas al respecto, y siempre con el espíritu didáctico que me caracteriza.

Porque me da mucha rabia (pensaba haber escrito algo políticamente menos correcto, lo reconozco) que se utilicen argumentos de marketing de guerrilla utilizando para ello medios convencionales.


Empecemos por la base: ¿Qué es el marketing de guerrilla?


La definición clásica del marketing de guerrilla es la de que se trata de un conjunto de estrategias y técnicas ejecutadas por medios no convencionales, y que consiguen su objetivo mediante el ingenio y la creatividad, en vez de mediante una alta inversión en espacios publicitarios. Al no ser publicidad convencional permiten llegar al grupo objetivo de una forma diferente.

En este caso nos encontramos con que gracias a la obtención de un premio (del que hablaremos más tarde) la Compañía Elaboradora de La Cerveza en Cuestión ha obtenido una visibilidad muy importante en prensa, suponemos que sin pagar a precio de espacio publicitario (ya que los artículos que hablan del mismo no se identifican como Publireportajes), de forma que alcanzan a su grupo objetivo (cualquier bebedor de cerveza) haciéndole llegar un mensaje publicitario basado en una falsa premisa: que la Cuestionada Pilsen es la Mejor Cerveza Artesana de España.

Y para colmo, la polémica desatada por este hecho ha otorgado a la noticia una viralidad adicional, que encaja perfectamente dentro de las estrategias del marketing de guerrilla.

Cojonudo si, como decimos, no fuese todo una vulgar falacia.


La trampa mortal del absolutismo


Me ahorro el chiste sobre política, porque ahora mismo no estoy de humor.

Es imposible etiquetar a una sola cerveza como la Mejor Cerveza Artesana de España, igual que es imposible etiquetar a un solo aceite como El Mejor Aceite de España, o a un vino como El Mejor Vino de España.

Y no me refiero solo a que sea imposible haber probado y evaluado todas las cervezas artesanas que se elaboran en España (de hecho tengo entendido que solo se evaluaron veintidós cervezas... Joder, en la tienda tenemos más de ochenta referencias SOLO de la provincia de Barcelona), sino a algo mucho más complejo:

¿Qué criterios seguimos para decidir cual es la mejor?

Porque no jodamos, igual que si hablamos de vinos no se puede comparar un Ribeiro con un Priorat o un Somontano, no se puede juzgar igual una India Pale Ale que una Imperial Stout, una Bière de Garde o una Gueuze.

A ver, señores, un poquito de sensatez: si la BJCP (organización internacional que gestiona el Programa de Certificación de Jueces de Cerveza) establece veintitrés categorías distintas de cervezas, desglosadas en hasta ochenta estilos diferentes... ¿Quien tiene los santos cojones de decidir, no ya que categoría es mejor que otra, sino qué estilo es mejor que otro?

Y si ya desde la base no podemos ponernos de acuerdo en algo tan sencillo... ¿Como podemos decidir que una cerveza, una sola en el proceloso mar de productos distintos englobados dentro de uno solo de estos ochenta estilos, es mejor que otras englobadas, no ya en el mismo estilo, sino en estilos distintos?

La respuesta es muy sencilla: no podemos.

Objetivamente hablando.

Porque a nivel subjetivo es muy fácil decidir qué cerveza encaja mejor con nuestros gustos personales. Algo para lo que los jurados internacionales que han pasado el BJCP están preparados para obviar y utilizar solo valores objetivos para decidir si la cerveza que estás evaluando está más o menos dentro del estilo bajo el que el fabricante dice haberla elaborado. Y para evaluar además cualquier otra característica organoléptica que puede marcar el carácter del producto y diferenciarlo del resto.

Y lo que nadie puede intentar sostener, de forma objetiva, es que la Cuestionada Pilsen es absolutamente mejor cerveza que cualquiera de las siguientes:

  • Espiga Black IPA, medalla de plata en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría Black/Dark Ale.
  • La Pirata Black Storms, medalla de bronce en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría Black/Dark Ale.
  • Birra & Blues La Negra, medalla de oro en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría Brown Ale.
  • Nómada Tundra, medalla de oro en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría Golden or Blond Ale.
  • Nómada Papaya Crash, medalla de bronce en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría India Pale Ale.
  • WHYM El Matxo Mort, medalla de oro en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría Stout or Cream Stout.
  • Hort del Barret Kabuto, medalla de plata en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría Honey Beer.
  • Nómada Blend, medalla de bronce en la edición 2014 del Global Craft Beer Award, Categoría cerveza artesana más innovadora de 2014.

Para quien no lo supiese todavía, el Global Craft Beer Award es un certamen internacional organizado por la Global Association of Craft Beer Brewers. Se trata de un certamen en el que el jurado son cerveceros de renombre internacional, que se celebra cada año en Berlín, y en el que compiten. Que sea uno de los más importantes del mundo dentro del sector es solo un detallito sin importancia.

Y para que conste en acta: solo es uno de los certámenes internacionales de verdadero prestigio en que han participado cervezas artesanas española, supuestamente peores que esta Cuestionada Pils, obteniendo importantes premios y distinciones.

Estamos hablando de siete cervezas diferentes, galardonadas a nivel internacional, en seis categorías distintas, y una octava que obtuvo el galardón dentro de la categoría de producto más innovador (algo fácilmente cuantificable).

Que según los organizadores del certamen, la Unión de Consumidores de Cádiz, son peores que la Cuestionada Pilsen. Absolutamente peores, cuidado, ya que su premio tiene tanta enjundia como para decidir que la Cuestionada Pilsen es la Mejor Cerveza Artesana de España, pese a no haber obtenido esta ningún premio internacional de prestigio...

¿O esto no es así?


La avaricia como marcador para detectar incongruencias


Resulta cuando menos curioso que si visitamos la página del fabricante de esta Cuestionada Pilsen, encontremos un apartado dedicado a Premios. Y dentro de dicho apartado encontramos que otro de los productos del su catálogo, la Cuestionada Ibérica Con Ingrediente Exótico Característico de la Comunidad Autónoma, obtuvo el año pasado un prestigioso galardón internacional, otorgado por el International Taste & Quality Institute of Bruselss.

Nada más y nada menos que Dos Estrellas de Oro del Superior Taste Awards.

Vale, partamos de una base muy clara: yo no le tengo manía ni al fabricante, ni al producto, ni a ninguno de los estamentos que otorgan o hayan otorgado los premios. Me hincha las narices el uso de ambos que han hecho, creando confusión entre un público generalista que desconoce en gran medida el producto artesanal que se elabora en España.

Y ahora, endevant ses atxes, como decíamos por aquí tiempo atrás.

Empecemos por dejar claro que los mencionados Superior Taste Awards son unos premios que otorga un jurado, cito textualmente, seleccionado en colaboración exclusiva con prestigiosas organizaciones culinarias, la Association deala Sommelliere Internacionale y otros latamente cualificados expertos en bebidas. Ah, y para participar hay que pagar una cuota de entrada de entre 750 y 1950 euros.

En fin, no vamos a desprestigiar unos premios solo porque los participantes paguen una cuota flexible por ser evaluados, ¿verdad? Lo que en este caso choca es que, la cerveza galardonada en ese festival internacional... ¡No es la misma galardonada como la Mejor Cerveza Artesana de España!

¿Como es esto posible, horror, terror y rechinar de dientes? ¿A caso el jurado internacional del ITQI no ha sido capaz de valorar las bondades intrínsecas de la Mejor Cerveza Artesana de España? ¿O a caso han sido los jueces de la Asociación de Consumidores de Cádiz los que no han coincidido en criterio con los jueces internacionales del ITQI?

Pero claro, ahora viene la coña marinera cuando repasas la lista de galardonados por el ITQI (quien al menos sí que ha publicado una lista con el total de participantes premiados) y descubres que, por ejemplo, la Birra Moretti de Heineken, o la 1906 de Estrella Galicia han obtenido mejores puntuaciones durante tres años seguidos que la citada Cuestionada Ibérica Con Ingrediente Exótico Característico de la Comunidad Autónoma, o que incluso la denostada Voll-Damm ha obtenido en esta ocasión mejores puntuaciones, quedando la  Cuestionada Ibérica Con Ingrediente Exótico Característico de la Comunidad Autónoma la altura de las Estrella Damm, Free Damm o Keller 18...

Referentes en el mundo mundial en lo que a cervezas de altísima calidad se refiere... Queda claro pues que al querer acumular premios no se han percatado de esta pequeña incongruencia... O sí, pero han buscado alguna solución ingeniosa al dilema, como por ejemplo que no han presentado todas las cervezas al mismo certamen, posiblemente en el loable intento de no acaparar premios, ¿verdad?


La delgada linea entre la publicidad engañosa y el oportunismo más rastrero


Una cosa está clara, y es que, puesto que los premios otorgados existen, no se puede acusar a la Compañía Elaboradora de La Cerveza en Cuestión de hacer publicidad engañosa.

Distinto es denunciar el oportunismo del que hacen gala, utilizando la desinformación imperante sobre el tema entre el público generalista, para utilizar dichos galardones como argumento de venta, vinculándolos a unos presumidos criterios de calidad intrínseca que el producto puede o no tener.

Diferente es señalar con el dedo las incongruencias en que caen en la aplicación de sus tácticas de marketing de guerrilla para demostrar que no son más que eso: marketing.

Y otra cosa es demostrar a la altura de qué productos se encuentran estas cervezas, utilizando referentes más fáciles de identificar por arte del publico generalista.

Así, en lugar de decir que la Cuestionada Ibérica Con Ingrediente Exótico Característico de la Comunidad Autónoma tiene dos estrellas de oro otorgada por el ITQI en sus Superior Taste Awards, que queda muy rimbombante, deberíamos decir que obtuvo la misma puntuación que la Estrella Damm en dichos premios.

Pero claro, eso le resta glamour al premio...

Y disminuye seriamente el impacto mediático del mismo, ¿verdad?

Y lo que es peor, deja a una cerveza hermanada a la Mejor Cerveza Artesana de España al mismo nivel que una de las cervezas de proceso industrial más comunes de España, y por debajo otras del mismo grupo empresarial.

Qué putada esto del internet, oiga... Cualquiera, en diez minutos, con un uso medio decente de los buscadores, te revienta una campaña de marketing...

Salus et Birras...

By Mikel...


Fuentes consultables para corroborar la veracidad de mis aseveraciones... Es decir, si ya habéis descubierto qué cerveza se oculta tras el antifaz de la Cuestionada Pils (como si no hubiese dejado suficientes pistas)...

BJCP

Listado ganadores Global Craft Beer Awards

Listado ganadores Superior Taste Award

lunes, 2 de febrero de 2015

Barcelona Beer Festival 2015: Protagonista la cerveza


Nos enfrentamos hoy con una entrada diferente, de un tipo que me prometí no hacer. Y se trata de una reseña sobre una cerveza.

Con la inminencia de una nueva edición del Barcelona Beer Festival, y a sabiendas de la participación de un gran cervecero con una de sus referencias, aprovechando que es colega y convecino, he decidido dedicarle una entrada a la cerveza que presenta. Se trata de la Citric, de HOPe Artesana. Pero como no todo podía ser tan simple en este blog, no me centro solo en la cerveza. Pillé a su elaborador Kike Hernandez a traición, y le hice una suerte de entrevista que utilizaré como base para analizar el fenómeno del cervecero gypsy y su evolución a cervecero con obrador propio.


HOPe Citric: la cerveza que me deja sin adjetivos


Algo por lo que odio a Kike es, sin duda, la elección del nombre de esta cerveza. Un nombre que resume en una sola palabra las características principales de la misma.

Nos encontramos con lo que, a primera vista, sería facilísimo etiquetar como una cerveza estacional, eminentemente estival, muy sencilla de beber, gracias a la mezcla de maltas de cebada y trigo, y a la elección de unos lúpulos muy frescos y de amargor muy moderada. Y sin embargo es una cerveza que apetece beber en casi cualquier momento.

Con un carácter marcadamente cítrico, destaca frente a la otra elaboración del catálogo de HOPe Artesana, la Bohemic, a mi parecer mucho más compleja, densa y aromática. Preguntado al respecto, Kike nos explica qué pretendía obtener con esta receta en concreto.

Basicamente buscaba romper con la primera cerveza que sacamos al mercado, la Bohemic. Quería que fuera el contrapunto a esta cerveza. Y para ello el objetivo era elaborar una cerveza rubia, refrescante, ligera y muy aromática. Que innovara dentro del sector y que encajara tanto para el público cervecero experto como para aquel que se está iniciando.

Todos estas características encajaban dentro del estilo American Wheat, por la frescura que aporta el trigo y lúpulos americanos. Como elemento clave en la elaboración introducía el Dry Hopping en una cerveza de trigo, así como un ingrediente gastronómico, la Citronella o Lemongrass.

El resultado fue una cerveza cerveza tan refrescante y cítrica que el nombre surgió solo.

En este caso el resultado es una cerveza muy clara, con un color de 8 en la escala EBC, muy poco amarga, con 26 IBUs y unos sorprendentes 5,8% AVB de alcohol que en boca son casi inapreciables. En nariz se percibe claramente el aroma floral del azahar y la lima, con un ligero recuerdo agrio a pomelo. En boca se percibe fresca, con el cuerpo justo y el punto de acidez que el trigo aporta, sin notarse el alcohol, y con retrogustos a lima y frutas ácidas.

A nivel personal no soy capaz de discernir si la aportación de la citronella consigue proporcionar algo diferente más allá de su uso como ingrediente, ya que la elección de los lúpulos (Amarillo, Cascade, Citra y Summit), todos de un marcado carácter cítrico, definen de por sí el resultado: una cerveza que solo se puede calificar con una palabra:

Cítrica.


El fenómeno del cervecero gypsy


Kike carece de obrador propio donde elaborar las dos referencias que tiene actualmente en su catálogo. Por el momento. Como todo buen cervecero, empezó haciendo cerveza en casa como hobby.

Elaboré y diseñé mis primeras recetas como homebrewer lo cual me permitió experimentar e ir aprendiendo. De siempre he sido un gran amante de la cerveza, y esto unido a mi formación académica como Ingeniero Agrómono me ofreció la oportunidad de poder empezar un proyecto profesional.

Su proyecto nació junto con la Bohemic, elaborada en las instalaciones de La Vella Caravana, cerveza con la que participó en el BBF del pasado año. Para elaborar la Citric decidió elegir las instalaciones de As Cervesa, algo muy común entre los elaboradores gypsies o nómadas, es decir, aquellos que poseen marca propia pero no cuentan con un obrador de su propiedad.

Partíamos de la primera experiencia con la Bohemic que la elaboramos con Oscar de La Vella Caravana, con él me unen años de amistad y confianza puesto que es un compañero de la facultad. Además me atraía mucho el proceso tan artesanal con el que elabora sus cervezas.

Para esta segunda cerveza tenía claro que quería producirla en otras instalaciones que me aportaran nuevos conocimientos y técnicas. Conocí a Andrés de As Cervesa y, tanto él como sus instalaciones eran perfectos para la ocasión. El resultado no pudo ser mejor.

En sus propias palabras nos muestra cuales son sus principales inquietudes; aprender todo lo posible sobre el proceso de elaboración a gran escala, conocer nuevos equipos y nuevas técnicas. Crecer como cervecero, en resumen.

Y sin embargo, su objetivo final siempre ha sido contar con unas instalaciones de elaboración propias.

Desde el primer momento tuve claro que la finalidad del proyecto profesional de HOPe era tener nuestra propia microcervecería.

El factor económico, así como la valoración que tuvieran nuestras primeras cervezas en el mercado, fueron claves para aplazar la decisión. Hace unos meses encontramos el lugar idóneo para montar nuestro propio obrador. Con mucho esfuerzo y mucha dedicación esperamos poder tenerlo en marcha en muy poquito tiempo.

El cambio de paradigma: de cervecero nómada a propietario de una micro


Evidentemente no es lo mismo trabajar en unas instalaciones ajenas que en unas propias. Cada equipo tiene su idiosincrasia, sus peculiaridades, sus trucos para obtener el máximo rendimiento.

Como casi todos los productores que acaban dando el paso y montando sus propias instalaciones de elaboración, el mayor control que podrá tener sobre el proceso de producción y el mantenimiento de la calidad del producto final son sus principales preocupaciones. En estas fechas Kike está ultimando los detalles de la instalación del equipo de producción y los fermentadores en la que será su próxima base de operaciones. Tiene muy claro que afectará al desarrollo de los próximos lotes de Citric y Bohemic, aunque no pierde de vista su objetivo final:

Como buen cervecero estoy estudiando todos los parámetros para adaptarla a las condiciones del agua y de las nuevas instalaciones. Mi afán como profesional del sector es siempre mantener la calidad del producto e incluso mejorarla.

Y aunque no se lo hemos preguntado directamente en esta entrevista, tenemos claro que durante algún tiempo las nuevas instalaciones de HOPe Artesana se dedicarán también a la elaboración de cervezas para otros fabricantes. Para otros gypsies que, como Kike, tienen toda la ilusión y la confianza en sus recetas como para arriesgarse a comercializarlas, pero que cuentan con obtener la aceptación de sus cervezas entre el público antes de acometer la inversión económica de montar un obrador propio.

Porque en España la rueda de la cerveza artesana sigue dando vueltas en torno al mismo eje:

Elaboramos en casa hasta tener una receta que creemos puede funcionar. Comercializamos nuestra receta, elaborada en unas instalaciones que cuenten con los pertinentes permisos y registros, muchas veces vendiéndola directamente en ferias, o visitando las tiendas y cercvecerías especializadas, sin contar con un distribuidor que nos mueva el producto,. Si el proyecto funciona, nos planteamos montar nuestro propio obrador, confiamos en mantener o mejorar la calidad de nuestra cerveza, y nos tiramos al rio.

Y no nos olvidamos de nuestros orígenes.


Desde aquí quiero desear a Kike toda la suerte del mundo en el cambio de paradigma que está a punto de abordar.

Y si todavía no conocéis la HOPe Citric, ¿a que esperáis? En el Barcelona Beer Festival 2015, que se celebrará del 13 al 15 de marzo en el recinto del Museu Maritim de Barcelona, tendréis oportunidad de probarla y comprobar que, para una cerveza que decido comentar en el blog, al menos he elegido una de las buenas. Y además, de aquí, de Sant Boi.

Salus et Birras...

By Mikel...